Una verdadera y trágica muerte fue la que sufrió un trabajador de la construcción luego de quedar prensado entre dos camiones de volteo, debido a ello nada se pudo hacer para salvarle la vida ya que fueron lesiones fatales.
Los hechos ocurrieron al momento de quien fuera identificado como Alejandro, de 35 años, y vecino de la calle Constitución, de la Soberana Convención, se encontraba remolcando una pesada unidad ya que se había descompuesto por lo que se ayudó con un camión de volteo al cual le había instalado un tirón (amarras de presión) desde la muela de su unidad a las anclas frontales del camión descompuesto, sin embargo, la presión y el peso fueron demasiado para el equipo de sujeción el cual cedió ante tal fuerza y se rompió.
Al ver que no podría seguir adelante, se logró estacionar de manera que los pesados vehículos no interfirieran con el flujo vehicular, por lo que se acomodó sobre la calle 16 de Septiembre y Constitución, en el Puertecito de la Virgen.
Sin embargo, al estar estacionado acomodó un par de polines o piedras bajo los neumáticos de la unidad que llevaría el peso de ambos camiones, una vez que se cercioró que no se moverían uno u otro vehículo, comenzó a realizar los acomodos y reparaciones en el tirón que momentos antes se había descompuesto, lo que nunca se imaginó es que el peso del tractocamión que el mismo manejaba, provocaría que las llantas lograran brincar los polines que había puesto para seguridad.
Sin darse cuenta de lo que estaba por pasar, Alejandro continuaba con los amarres entre ambos extremos de las unidades. Él se encontraba en medio de ambos vehículos, y en un momento determinado, el camión cedió hacia atrás y tomado de la fuerza quedo prensado y mató de manera inmediata al joven trabajador.
Personas que estaban cerca del lugar del fatal accidente se percataron que algo había sucedido por lo que al asomarse nunca imaginaron que la escena que les tocaría observar era: que dicha persona que realizaba el remolque con las unidades yacía tirada en el suelo, inerte y sin vida, con el pecho y parte de su cabeza destrozados por el impacto.
Ante tal situación de temor y horror que experimentaban los ahí presentes, comenzaban a llegar los reportes al 911, los cuales despacharon de manera inmediata una ambulancia del ISSEA con número ECO-343, quienes al llegar sólo certificaron las principales lesiones y solicitaron la intervención del Ministerio Público para que diera fe de lo que era un cadáver en vía pública.
Por lo anterior, el representante social de la Fiscalía del estado, acompañado de personal del Grupo de Homicidios y Servicios Periciales, se dieron cita hasta aquella parte del estado para comenzar con las diligencias correspondientes y ahora ellos certificar que se encontraban ante un penoso y fatal accidente.
Familiares al enterarse de los hechos, se dieron cita en el lugar y no podían creer lo que había sucedido, por lo que ellos mismos fueron los que identificaron a su familiar, así como dar los datos exactos a los peritos que trabajaron en el sitio del lamentable acontecimiento.
Terminados los trabajos por parte de la Policía Investigadora, se procedió al levantamiento del cuerpo para ser trasladado al Servicio Médico Forense donde se le practicó la necropsia de ley.
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