Los especialistas aseguran que es una conducta muy riesgosa.
Muchas personas en climas calurosos eligen manejar en ojotas o sandalias (chanclas) para sentirse más frescos y cómodo/as. Si bien no hay una ley que lo prohibe, los especialistas en seguridad vial aseguran que no es una buena práctica ni ejemplo a seguir.
Al momento de conducir, el calzado tiene que ser cerrado y estar bien sujeto a los pies, sin quedar suelto. Esto permitirá acelerar y detenerse con mayor precisión y rapidez.
Cualquier tipo de calzado abierto, como ser una sandalia u ojotas, hará que el conductor del vehículo pierda el contacto ideal con los pedales ejerciendo una presión extra con el pie y eso generaría maniobras bruscas y peligrosas.
Las ojotas, además, presentan un riesgo extra: al no estar sujetas a la parte trasera del pie, pueden llegar a engancharse o trabarse.
Al mismo tiempo los especialistas recomiendan no manejar descalzos, ya que los pies no tienen buena adherencia sobre los pedales, y si no tienen un buen agarre, la pisada podría ser problemática. Otro inconveniente que se presenta es es que la sensivilidad no es la misma.
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